Muchos hechos atestiguan que ha habido una explosión para un gran interés ecológico. Se podría decir una verdadera primavera. Anuarios y revistas informan que de todos lados brotan denuncias sobre la contaminación y los contaminadores, campañas e iniciativas a favor de los animales, solicitudes de leyes contra la matanza de perros en los refugios, contra el abandono de perros.
Entre las iniciativas en las que yo mismo participé; la quema de pieles en la plaza de Campo dei Fiori, la marcha en contra de los animales callejeros y abandonados durante las vacaciones, las campañas contra las corridas de toros, la caza, la masacre de los corderos.
Los medios de comunicación tienen el gran mérito de sensibilización de estos eventos, educando así las personas con responsabilidad. En cuanto a mí tengo un gran "prensa" en mi trabajo solo o junto con los movimientos ecológicos, tales como la "Lav", la "Liga de San Francisco", el "movimiento de liberación animal", el movimiento por los derechos animales "U.N.A. Uomo Natura Animale" (Hombre Naturaleza Animal).
Toda la prensa informó de la primera Fiesta de San Francisco celebrada el 4 de octubre de 1978, inspirada por la trabajadora social, la señorita Carolina Grieco, quien llegó a la iglesia con su grupo de la escuela con los animales que los niños tenían en casa.
El primero en entrar en una iglesia, de la época de Carlomagno, el emperador que había prohibido la entrada a los animales, fue "Willy" un "coocker spaniel". Me escuchaba con simpatía cuando estaba tocando el órgano, en cuclillas cerca de la consola, tanto que le decía: "La gente pensara que estoy tocando música de perros...". Los niños participaron con alegría en el evento, que no fue una misa como informó la prensa, sino una bendición con la lectura del Cántico de las Criaturas. Incluso los ancianos, con su perro, asistieron a la fiesta con los ojos brillantes. Se enteraron que a partir de ese momento, cuando quisieran, podrían entrar en la iglesia también durante la misa, con su mascota.
Para mí fue un pequeño signo de cambio de mentalidad en el mundo católico, que tiene una orientación dominante - no se puede ocultar - de indiferencia y desinterés, sino incluso de rechazo y de oposición.
Puntualmente, cada año, el 04 de octubre, celebramos la Fiesta que en 1990, por la gran cantidad de gente tuvimos que celebrar en la plaza del Panteón, bendiciendo así todos los animales de la ciudad. En Roma, a parte de los animales domésticos, a las tortugas de agua dulce, patos y gansos, las nutrias, estorninos, halcones, milanos, la lechuza, el cárabo, la gaviota, el tordo, el martin pescador, la pantera, imposible de encontrar en los alrededores de la capital.
Bendiciéndolos, yo pensaba sobre todo en mis cuatro gatos y las gaviotas que, cuando el mar está picado, suben el río Tíber y transforman los techos de la iglesia en una isla paraíso.
Un día, la Iglesia parecía una alfombra de color negro. Era la fiesta de Terranova, grosos perros que pueden llegar a pesar hasta 180 kilos, y que salvan a los náufragos, como pudimos comprobar en las pruebas de salvataje en el lago de Castel Gandolfo.
En las bodas de plata, y también en los matrimonios, el perro acurrucado al lado de la novia y el novio, como en un fresco de Tiepolo, representa todo el trabajo diario y la vida familiar. Una vez hubo un funeral. El perro había sido el compañero en la soledad del dueño y estaba ahora cerca de él, como el más afligido de los familiares.
Para la "Campaña contra las corridas de toros" redescubrí la Bula "De salute gregis", publicado en 1567 por San Pío V. En ella el Papa condenó el espectáculo tradicional ibérico "sangriento y vergonzoso, más digno para los demonios que para los hombres", negando el funeral religioso a los toreros que perdían la vida en la arena y bajo pena de excomunión a los religiosos que asistían.
Inútil decir que, sobre todo en España, la reacción fue grande. Un periodista español de "Diario 16" me dijo que todo el mundo fue excomulgado en la Península Ibérica, desde el rey Juan Carlos hasta el ultimo "banderilleros". Aparte de eso las banderillas todavía están preparadas en una institución de monjas y un sacerdote franciscano enseña una cátedra de la tauromaquia.
También recuerdo a una chica en Valencia después de que le había mostrado el inmenso sufrimiento del toro y del caballo, mirándome con un poco de lástima, me contestó: "...pero la corrida es una cultura...".
Cada año la prensa se ocupa de mi "Campaña en contra de la masacre de corderos". Miles de estos pobres animales son matados y no según la ley, dejándolos colgados de cabeza a bajo durante horas, hasta que les salga la última gota de sangre. Esta carne blanca, y por lo tanto más valiosa para los comerciantes, está llena de toxinas que son liberadas por los mecanismos de defensa de los animales.
"¡Coman la hierba!" titulaba un periódico. "Roma dividida por la mitad", escribió otro. La verdad es que, antes de Pascua, yo hice entrar a la iglesia tres corderos. Quería explicar a los fieles porque en la Misa decimos 5 veces: "Cordero de Dios ..". El simbolismo del cordero es uno de los más bellos: cálido y hermoso como es, como Cristo, quien fue llevado a la masacre inocentes, como dice Isaías.
Después de la misa muchos acariciaban los corderos y yo, vegetariano, no pude dejar de decir: "¡Es inútil acariciarlos si después se los comen! Traten de evitarlo en Pascua".
Fui llamado por la televisión varias veces y me pareció que no era verdad, al "Maurizio Costanzo Show" - fue el Viernes Santo - de leer entre la conmoción general, poco común en un "show de la humanidad variada", la "Oración del Cordero".
"Señor, yo soy un corderito, nacido de un sueño de Tú Creación. Nosotros corderos por un corto tiempo se nos da a pastar en los montes, la hierba húmeda de rocío y calentado por los primeros rayos del sol. Algunas personas piensan que pueden celebrar Tu Pascua victoriosa con nuestra muerte, una muerte cruel y lenta.
Junto con otros corderos permaneceré suspendido, vivo, para que mi carne sea más blanca, hasta que la última gota de sangre salga de mis venas entre inmensos sufrimientos.
Con la sensibilidad a los espasmos y los ojos llorosos, miraré a Usted, que quiso ser llamado el Cordero de Dios. Por esta Tu participación en mi dolor, deja que pueda al menos vivir junto con mis amigos que viven en ese lugar feliz que es Tu paraíso, para verme para siempre en la claridad de Tu amor eterno. Amén ".
Más allá de la "Prensa", he recibido muchas cartas de Italia y del extranjero. Voy a mencionar algunos, refiriéndome al lugar de origen, ya que todos los elogios por las iniciativas son tomadas en favor de los animales. Desde Italia: Roma, Milán, Turín, Nápoles, Livorno, Udine, Lecce, Parma, Crema, Padua, Rimini, Vicenza, Cervia, Porto Santo Stefano, Como, Isla de Liri, Lanciano, Trieste, Alessandria, Reggio Emilia, Pescara, Brescia, Bolonia, Monza, Gubbio, Catania, Messina, Palermo, Moncalieri , San Giorgio a Cremano, Génova, Umbertide.
Desde este último lugar que me escribieron, fueron los estudiantes de II y III C de la Escuela Media Giovanni Pascoli. Estos buenos niños me han dicho, horrorizados, que su profesor de religión les dijo que "... los animales, porque no tienen ninguna razón, no tienen ningún valor, y por lo tanto pueden ser echados en la basura...". El resultado fue una correspondencia entre nosotros y hasta su viaje a Roma, para ver esta "bestia rara" que soy yo. Ha sido un día inolvidable para mí.
Desde el extranjero me han escrito de los siguientes países: Inglaterra, Escocia, EE.UU., España, Austria, Bélgica, Francia, Holanda, Alemania, Suiza y Australia.
El interés en los animales se ha extendido a las tres cadenas de televisión, a las televisiones privadas, incluido GBR, canal 5, y diversas emisiones de radio de la RAI incluso extranjeros, con entrevistas en España, Alemania, Rumania.
